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¿SOY PRONADOR O SUPINADOR? EXPLORACIONES BIOMECÁNICAS.

Una reconocida tienda de deportes hizo famosa esta frase entre los deportistas y consiguió que sus clientes comenzasen a conocer más la figura del podólogo ¿cómo? al querer verificar la respuesta que les daban en la tienda con el diagnóstico que les daba su podólogo. Cabe recalcar que decir simplemente si somos pronadores o supinadores se queda un poco corto en relación a toda la información sacada de una buena exploración biomecánica en una consulta de podología. El conjunto de pruebas estáticas, dinámicas, en el podoscopio, la camilla, las pruebas funcionales, valorar los movimientos en un determinado deporte o específicos de la persona y su calzado tanto dentro como fuera de su actividad son algunas de las valoraciones que se tienen en cuenta para un diagnóstico crítico. El diagnóstico no es una acción que pueda realizar cualquier persona, sólo los profesionales sanitarios pueden hacerlo y no todos, Podólogos, Médicos y Odontólogos de momento son los únicos que pueden por mucho que más colectivos se animen a ello. En el caso del pie, el especialista de él y el que cada día ve única y exclusivamente casos específicos del pie es el Podólogo, por lo que si sospechamos que tenemos algún problema en él deberíamos consultarlo a éste.

La pronación y la supinación son movimientos que ocurren en los pies, es la manera de explicar que vuelcas el pie hacia dentro o hacia fuera y son necesarios en cada fase de la marcha. Pero no sólo vuelcas el pie siempre el pie en un sentido, o lo haces con los dos pies por igual. Es decir, cuando apoyas el talón en el suelo puedes estar supinando, mientras que cuando apoyas la mitad del pie estás pronando. También nos encontramos pacientes que tienen un pie neutro y en el otro predomina la supinación. Es el exceso o defecto de uno de estos movimientos lo que puede llevarnos a adoptar determinadas posturas, a que nos salgan durezas o a desarrollar algún tipo de lesión en el futuro.

Las exploraciones biomecánicas están indicadas no sólo una vez en la vida, nuestros pies sufren cambios según avanzan los años y un mismo paciente que se realiza una exploración biomecánica una vez al año puede ver cambios de unas a otras como ocurre cuando te realizas una analítica. Por ello no descartes llevar una continuidad en ellas en especial si has sufrido un esguince, si eres mujer y te has quedado embarazada, si has tenido un accidente de tráfico o caída, ya que es probable que la hayas modificado.

Los corredores es el colectivo que más pasa por nuestras consultas, quizá sea porque es dónde existe más voluntariado de Podología en sus maratones o carreras y estén más concienciados de la importancia del pie en el deporte. Pero no sólo las exploraciones biomecánicas van enfocadas a los deportistas, también la población en general las realiza. Desde un niño que tenga poco arco en el pie y lo meta mucho para dentro, que junte excesivamente las rodillas o con tendencia a tropezar, hasta un adulto que desgaste de manera extraña el calzado, tenga deformidades en los dedos o le duela alguna zona del pie.

 

Entonces, ¿en qué consiste una exploración biomecánica?

  • Lo primero que debes cumplimentar al entrar por la puerta del centro podológico es la historia clínica, es un documento obligatorio que guiará a tu podólogo a la hora de elegir las pruebas que deba realizarte ya que variarán si te quejas de un dolor en el tendón de Aquiles, de la planta del pie o del empeine.  Una vez cubierta con tus datos personales y antecedentes personales y familiares comenzarán las pruebas. Algunos podólogos disponen en sus salas de cintas de correr que aunque en tu caso sean para caminar ayudan a calentar el pie antes de nada. 
  • Dependiendo de las preferencias de cada profesional, unos continúan con el estudio en estática y en dinámica a través de una plataforma biomecánica. Sueles ver sus resultado a través del ordenador de de una pantalla donde aparecen tus huellas de los pies con zonas de colores según apoyes los pies y repartas el peso de tu cuerpo. Lo que más llama la atención son las zonas rojas que corresponden a zonas de mayor apoyo y que pueden coincidir con zonas de molestia o de sobrecarga donde tienes durezas o callosidades. Aparecen unas gráficas que corresponden a los movimientos que tienes de derecha a izquierda, de anterior a posterior y de las oscilaciones. También se ve la velocidad del paso de cada uno de los pies, las fases de la marcha, la cantidad de superficie del pie que empleas al caminar… una multitud de resultados objetivos que ayudarán a elaborar un tratamiento adecuado y totalmente personalizado a tu caso en particular.
  • Te subirán a una especie de metacrilato con luz normalmente verde y un espejo llamado podoscopio, te pedirán hacer unas pruebas dependiendo de si tienes un pie cavo o pie plano valgo, como por ejemplo ponerte de puntillas con una pierna, con las dos, te levantarán del dedo gordo del suelo, te pedirán que vuelques los pies hacia dentro o hacia fuera, y las acciones que hagan falta para completar un buen juicio diagnóstico.
  • Tocan las pruebas tanto de pie  como en camilla, verán si tienes una pierna más larga que otra, si hay posibilidad de que puedas padecer escoliosis en tu espalda, si tienes la movilidad correcta de cada articulación implicada en tu patología incluso si hay algo llamativo en la piel de tus pies.
  • En caso de que debas utilizar plantillas te harán un molde de tus pies para en el taller adaptar los materiales de manera personalizada a tus características, te meterán los pies en una espuma fenólica, utilizarán escayola y los escanearán, según las preferencias de tu podólogo. Si te van a realizar una silicona porque tengas alguna deformidad digital sacarán una especie de “plastilina” y empezarán a hacer pruebas de formas y durezas diferentes hasta dar con la que mejor se adapte a ti. Le aplicarán un líquido y cuando seque la meterán en un cajita donde deberás guardarla para no perderla.

 

La exploración biomecánica es de las herramientas más útiles en prácticamente todas las consultas del pie, si sufres dolores, si tienes durezas, si sufres de tirones y contracturas, si desgastas mucho el calzado, si notas que caminas de manera extraña. No dudes en preguntar a tu podólogo acerca de esta prueba si tienes alguna lesión aunque sea en cualquier otra zona del cuerpo ya que puede tener origen en tus pies.

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