La cirugía de uñas es una de las intervenciones más comunes realizadas por podólogos especializados. Este procedimiento, mínimamente invasivo, está diseñado para resolver problemas ungueales crónicos y recurrentes, como las uñas encarnadas, infecciones, deformidades o traumatismos que afectan la salud del pie. A continuación, exploraremos en detalle en qué consiste esta cirugía, sus beneficios y cuidados posteriores.
¿Cuándo es necesaria una cirugía de uñas?
Existen diversas situaciones que pueden requerir una cirugía ungueal, entre las más comunes encontramos:
- Uñas encarnadas recurrentes: Cuando el borde de la uña crece hacia la piel, causando inflamación, dolor e infecciones frecuentes.
- Infecciones micóticas crónicas: Uñas engrosadas o deformadas que no responden al tratamiento convencional.
- Traumatismos: Golpes o lesiones que alteran la forma de la uña y generan molestias permanentes.
- Deformidades congénitas o adquiridas: Que afectan la funcionalidad o estética de la uña.
En estos casos, el podólogo evaluará la situación para determinar si una cirugía es la mejor opción.
¿En qué consiste la cirugía de uñas?
La cirugía podológica de uñas es un procedimiento sencillo que generalmente se realiza en consultorios bajo anestesia local. Dependiendo del problema, existen dos tipos principales de intervenciones:
- Matricectomía parcial o total:
- Se elimina una parte de la matriz ungueal (parcial) o toda la matriz (total), para evitar que la uña vuelva a crecer de forma problemática.
- Es común en casos de uñas encarnadas o deformidades graves.
- Se realiza con técnicas químicas (aplicación de fenol o láser) o quirúrgicas tradicionales.
- Reconstrucción ungueal:
- Indicado para corregir deformidades leves o moderadas.
- Puede incluir la eliminación de tejido afectado y modelado de la uña.
El procedimiento dura entre 60-90 minutos, y el paciente puede caminar inmediatamente después, aunque con ciertas restricciones iniciales.
Beneficios de la cirugía podológica
Optar por una cirugía de uñas realizada por un podólogo tiene múltiples ventajas:
- Alivio del dolor inmediato: Elimina la causa principal del problema.
- Recuperación rápida: La mayoría de los pacientes retoman sus actividades normales en pocos días.
- Prevención de complicaciones: Reduce la posibilidad de infecciones crónicas o deformidades futuras.
- Resultados estéticos mejorados: Especialmente en casos de deformidades ungueales.
Cuidados después de la cirugía
Tras la intervención, es fundamental seguir las indicaciones del podólogo para garantizar una recuperación exitosa. Algunos consejos comunes incluyen:
- Mantener la zona limpia y seca: Cambiar los vendajes según las indicaciones.
- Usar calzado cómodo: Evitar zapatos ajustados para reducir la presión sobre la zona operada.
- Evitar actividades físicas intensas: Durante los primeros días.
- Seguir el tratamiento prescrito: Puede incluir analgésicos o antibióticos para prevenir infecciones.
Además, se recomienda asistir a las consultas de seguimiento para evaluar la evolución de la cicatrización.
¿Por qué elegir a un podólogo para este procedimiento?
Los podólogos son especialistas en el cuidado integral del pie y están capacitados para realizar cirugías menores de uñas de manera segura y eficaz. Su experiencia asegura un enfoque personalizado, priorizando tanto la funcionalidad como la estética del pie.
La cirugía de uñas es una solución definitiva para muchos problemas que afectan la salud de los pies. Si sufres de uñas encarnadas o cualquier otro problema ungueal, consulta con un podólogo especializado. Recuerda que cuidar tus pies es cuidar tu bienestar.
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