El neuroma de Morton es una de las afecciones más comunes que afectan los pies, especialmente en personas que pasan largas horas de pie o usan calzado inadecuado. Si sientes dolor o ardor entre los dedos al caminar, esta puede ser la causa. En este artículo, te explicamos todo sobre el neuroma de Morton: qué lo causa, cómo identificarlo y las mejores opciones de tratamiento.
¿Qué es el Neuroma de Morton?
El neuroma de Morton es una afección en la que el nervio que pasa entre los huesos metatarsianos de los pies (generalmente entre el tercer y cuarto dedo) se irrita e inflama. Esto genera un engrosamiento del tejido que rodea al nervio, causando dolor, ardor o sensación de un cuerpo extraño en el pie.
Aunque se le denomina «neuroma», no es un tumor, sino un engrosamiento benigno del nervio.
Causas del Neuroma de Morton
Existen varios factores que pueden provocar o agravar esta afección:
- Uso de calzado inadecuado:
- Zapatos estrechos o con tacones altos aumentan la presión en el antepié.
- Actividades de alto impacto:
- Deportes como correr o saltar pueden irritar el nervio por el impacto constante.
- Alteraciones biomecánicas:
- Pie plano, pie cavo o deformidades como los juanetes pueden alterar la forma en que el pie distribuye el peso y provocar presión en el nervio.
- Traumatismos repetidos:
- Golpes o microtraumatismos en el área metatarsiana.
Síntomas del Neuroma de Morton
Los síntomas suelen aparecer de forma progresiva y empeorar con actividades que involucren caminar o usar calzado ajustado. Entre los más comunes destacan:
- Dolor agudo o punzante en la base de los dedos, generalmente entre el tercero y el cuarto.
- Sensación de ardor o quemazón que puede irradiarse hacia los dedos.
- Hormigueo o entumecimiento en la zona afectada.
- Sensación de tener una piedra o cuerpo extraño dentro del zapato.
Si estos síntomas persisten, es importante consultar a un podólogo para un diagnóstico adecuado.
Diagnóstico del Neuroma de Morton
El podólogo evaluará tus síntomas y realizará pruebas específicas, como:
- Examen físico: Aplicar presión en el área afectada para reproducir los síntomas.
- Pruebas de imagen: Radiografías para descartar fracturas o deformidades, y ecografías o resonancias magnéticas para confirmar el diagnóstico.
Tratamientos para el Neuroma de Morton
El tratamiento depende de la gravedad del caso, pero suele comenzar con opciones conservadoras antes de considerar procedimientos más invasivos.
1. Tratamientos Conservadores
- Cambios en el calzado:
Usar zapatos amplios, con un buen soporte y sin tacones altos para reducir la presión en el antepié. - Plantillas ortopodológicas:
Diseñadas para redistribuir el peso del pie y aliviar la presión sobre el nervio afectado. - Terapia física:
Incluye masajes, ejercicios de fortalecimiento y estiramientos para mejorar la biomecánica del pie. - Medicamentos antiinflamatorios:
Ayudan a reducir el dolor y la inflamación en casos leves.
2. Inyecciones
Si los tratamientos conservadores no son suficientes, el podólogo puede recomendar inyecciones de:
- Corticoides: Para reducir la inflamación y aliviar el dolor.
- Alcohol o radiofrecuencia: Procedimientos que buscan desensibilizar el nervio.
3. Cirugía
En casos severos o cuando los tratamientos anteriores no han funcionado, se puede recurrir a la cirugía para extirpar el neuroma o liberar el nervio. Es un procedimiento seguro, con alta tasa de éxito, pero requiere un período de recuperación.
Prevención del Neuroma de Morton
Aunque no siempre se puede prevenir, seguir estas recomendaciones puede reducir el riesgo:
- Usa calzado cómodo y adecuado para tus actividades diarias.
- Evita los tacones altos o zapatos que compriman los dedos.
- Realiza ejercicios para fortalecer el pie y mejorar su flexibilidad.
- Si practicas deportes de alto impacto, utiliza plantillas personalizadas para absorber el impacto.
El neuroma de Morton puede afectar seriamente tu calidad de vida, pero con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, es posible aliviar los síntomas y recuperar el bienestar de tus pies. Si crees que podrías estar padeciendo esta afección, consulta a un podólogo especializado. ¡Tus pies merecen la mejor atención!
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