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JUANETES, TENGO UN BULTO EN EL PIE Y EL DEDO GORDO NO ESTÁ EN SU SITIO

El hallux abductus valgus, comúnmente conocido como “juanete”, es una patología que ocurre por causas que tienen que ver con el propio paciente como con causas ajenas a él, por ejemplo con el calzado que suela emplear. Zapatos con un tacón elevado o una puntera más estrecha que tu pie avanzan tu dedo hacia esta lesión. Lo que ocurre es que hay una subluxación de tu articulación con una desviación lateral del dedo. Como hay varios estadios, puede que tu dedo se encuentre discretamente desviado sin provocarte dolor o que haya una deformidad importante haciendo que incluso el dedo de al lado se monte sobre el dedo gordo. Normalmente causan dolor, inflamación e irritación de la piel pudiendo conducir a una artritis degenerativa de la articulación. Los pies, al ser la base donde se sustenta tu cuerpo, si se encuentran en otra posición, alterarán por consiguiente las estructuras que le siguen como son tobillos, rodillas, cadera y espalda. Dolores de lumbares, por ejemplo, pueden tener origen en una alteración del pie.

 

¿Por qué tengo un juanete?

  • Porque metes tus pies hacia dentro al caminar, esto se llama hiperpronación.
  • Si tu pie tiene una excesiva flexibilidad e hiperlaxitud de la cara interna.
  • Porque tengas mucha movilidad.
  • Por herencia.
  • Los tacones elevados, ellos cambian tu centro de gravedad modificando tu biomecánica de manera errónea.
  • Un espacio insuficiente en el calzado para la anchura de tus dedos fomentará el juanete además de otras patologías como dedos en garra o que se te claven las uñas.
  • Recuerda que una persona que pase mucho más tiempo de pie tendrá más tendencia a desarrollar patologías en sus pies antes que otra que esté sentada.

 

¿Pruebas me harán para saber si tengo un juanete?

Aunque tu podólogo de confianza sepa si tienes un juanete sólo con verte el pie, existen pruebas complementarias que le cerciorarán de la gravedad de la situación.

  • Radiografía: Es la prueba por excelencia. Haciendo dos proyecciones podrá saber los ángulos de desviación que existe en el pie y si hay alguna otra alteración ósea llamativa.
  • Ecografía: Ayuda a conocer la situación de las partes blandas, es decir, de los ligamentos, músculos y tendones. Si a mayores del juanete te duele la planta o notas hormigueo, quemazón o como si siempre llevarás el calcetín arrugado no habría que descartar esta prueba.
  • Plataforma biomecánica: Al realizarte un estudio de la marcha se podrá obtener cuantitativamente resultados tanto cuando estás quieto a pie firme como mientras caminas como son las presiones que soportan tus pies, las zonas de sobrecarga, el equilibrio, las fases de la marcha, entre muchas otras cosas.

 

¿Qué tratamientos hay para mi juanete?

Si te encuentras en un estadio inicial se tratan mediante plantillas a medida realizadas por tu podólogo que introducirás en tu calzado y te proporcionarán un alivio de las molestias, aunque no corregirán tu deformidad. También puede hacerte unas piezas de silicona, siempre a medida, que tratarán de hacer como una especie de barrera para impedir que el dedo siga avanzando en un sentido que no debe. Los juanetes en estadios avanzados requerirán cirugía reconstructiva para restablecer la configuración y alineamiento normal de la articulación del dedo gordo. La cirugía difiere según la edad, actividad y grado de deformidad, relajando los tendones y ligamentos tensos y consiguiendo una posición más apropiada para el hueso que se realinearán. 

Si ya usas plantillas y siliconas pero no te recomienda tu podólogo la cirugía siempre podrás optar por:

  • Podología física: Consiste en realizar una serie de ejercicios en consulta bajo supervisión, podrán ser pasivos o activos dependiendo de si los realizas tú o te ayuda tu podólogo o contrarresistencia donde trabajaréis los dos a la vez. 
  • Vendajes: funcionales o kinesiológicos son los más empleados, los primeros te fijarán un poco más el movimiento y con los segundos hay un amplio abanico de beneficios que ofrecen entre los que destaca que pueden ser mojados.
  • Infiltraciones: Cuando hay mucho dolor e inflamación es una alternativa agradecida para sobrellevar esta afección. Las más conocidas son las de corticoides, aunque también tienen mala fama porque no se debe abusar de ellas y sus efectos secundarios son más que conocidos. Por suerte existen más tipos de sustancias menos cruentas que pueden emplearse en los juanetes como son el ácido hialurónico, Traumeel®, el plasma rico en plaquetas o el Orthokine® entre otros. Unos tienen la función de “engrasar” la articulación y otros la regeneradora. Tanto el plasma rico en plaquetas como el Orthokine® al provenir de la propia sangre del paciente son totalmente inocuos, no provocan alergias y no tienen efectos secundarios.

 

¿Qué ejercicios mejoran mi juanete?

Lo más importante es mantener una musculatura fuerte en todo tu pie por lo que ejercicios de la musculatura que se encuentra en tu pie más la que viene desde la pierna  permitirán una correcta movilidad y alineación de los dedos.

 

¿Qué puedo esperar tras la cirugía?

Generalmente los pacientes requieren de 6 semanas de recuperación según sean intervenidos por cirugía abierta o por mínima incisión y de la gravedad de la lesión, ya que no es lo mismo un juanete de estadios iniciales que uno avanzado y con más dedos afectados y con dolor en la planta o a los que no haya que ponerles tornillos o agujas que a los que no se necesite poner ningún elemento de fijación. Entrarás y saldrás del quirófano por tu propio pie sin ayuda de muletas aunque deberás bajar el ritmo de tu actividad diaria ya que probablemente no puedas apoyar la zona intervenida durante un tiempo. Antes de la intervención se te realizará un prequirúrgico completo que comprende:

– Una analítica para conocer tu estado de salud actual y si tienes una correcta coagulación de la sangre.

– Una exploración biomecánica para saber porqué te ha salido el juanete.

– Una ecografía para tener controlados la musculatura, tendones y ligamentos afectados.

– Un eco-doppler que nos dará información del estado de tus vasos sanguíneos y si tienen un correcto flujo de sangre.

– Con la pulsioximetría sabremos la saturación de oxígeno en sangre y si es correcto.

– Documentación: Historia clínica prequirúrgica completa que consta de tus datos personales, antecedentes médicos y familiares junto con el consentimiento informado y la entrega de recetas de medicación que debes tomar antes, durante y después de la cirugía y la hoja de cuidados a tener en casa.

Llevarás un vendaje que se irá modificando según avancen las semanas y una sandalia postquirúrgica que se sustituirá normalmente por una zapatilla deportiva de suela firme que proteja tu pie.

No hay que olvidar que tras la cirugía hay una recuperación mediante curas y posteriormente la realización de podología física durante un tiempo que es fundamental para una correcta curación.

Las ventajas de las cirugías en podología es que siempre es la misma persona la encargada de tu caso, es decir, te va a operar la misma persona que te va a hacer las curas, los vendajes o la podología física. De esta manera nunca habrá errores de entendimiento, tu podólogo sabrá qué hacer en cada momento porque se ha encargado personalmente de todo. Podrás contactar en cualquier momento con él para dudas que te surjan, por que haya algún problema con la medicación, o que sufras algún contratiempo como por ejemplo que te pisen un pie o te des un golpe sin querer.

 

¿Puede volver a salir mi juanete?

Las técnicas han variado mucho a lo largo de los años, las actuales son más precisas y requieren de un menor tiempo de recuperación y mejores resultados, aunque debes tener en cuenta que actividades o malos hábitos que hayan podido provocar tu juanete si vuelven a repetirse evidentemente harán que tu juanete reaparezca por lo que se recomienda hacer un cambio de vida en este aspecto y un cambio de calzado. Tras la intervención tu podólogo te recomendará igualmente la utilización de plantillas ya que se ha alterado la forma de tu pie, no sólo por la intervención quirúrgica, también por la aparición de tu juanete.

Si crees tener un juanete no dudes en pedir cita a tu podólogo de confianza y aunque no tengas dolor ve por delante y no te olvides que la prevención es la mejor de las armas.

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